Ya hemos explicado la importancia de completar cualquier sistema de electrolisis salina con un control automático de pH.
En el mercado se pueden encontrar una gran variedad de equipos que llevan a cabo dicho control. Consisten en una pequeña bomba (peristáltica o de impulsos) a las que se le ha añadido un microprocesador y una sonda de lectura de pH.
Dicha sonda mide el pH del agua de la piscina y envía la lectura al microprocesador, que a su vez comanda a la bomba para que dosifique el reductor de pH (generalmente ácido clorhídrico diluido) hasta que la sonda detecte que el pH del agua es el adecuado.
Funcionan muy bien y son totalmente recomendables pero tienen un problema. Son caros. El más barato puede costar 550 € mas instalación.
También se pueden encontrar en el mercado cloradores salinos que llevan incorporado la bomba (generalmente peristáltica) y el controlador de pH. También funcionan bien pero, a nuestro modo de ver, su uso no es recomendable por que tienen tres problemas:
- El primero es que, al tener incorporada la bomba, la garrafa de ácido clorhídrico tiene queestar situada verticalmente justo debajo de la unidad de control del clorador salino y los circuitos electrónicos de estos equipos aguantan muy mal los vapores corrosivos y acaban estropeándose.
- El segundo es que, al tener incorporada la bomba, y al ser esta, generalmente, de no muy buena calidad, cuando se estropea la bomba se estropea todo el sistema y hasta que el equipo no es reparado por la asistencia técnica del fabricante (generalmente situada en Australia) nos quedamos sin clorador salino.
- Y el tercero es que son caros. El más barato puede costar 1.300 €.
Fuente sacada de www.picinasteap.com