A continuación vamos a pasar a enumerar una serie de las razones, por las cuales entendemos que la cloración salina es un método recomendable para la desinfección del agua de nuestra piscina.
Aunque en otros países, se trata de un sistema completamente instaurado y muy conocido, en España hay existe cierto desconocimiento al respecto, según algunos estudios, su uso actual en el mercado español, no supera el 20% del parque de piscinas existente, aunque es cierto, que un elevado porcentaje de las piscinas de nueva construcción ya se equipa con este sistema y cada vez más propietarios de piscinas con sistemas tradicionales, se plantean el cambio.
Estas son, a nuestro entender, algunas de las mayores ventajas de la cloración salina:
- MAYOR CALIDAD DEL AGUA. La necesidad de aportar productos químicos a la piscina se reduce drásticamente, pudiéndose llegar a limitar al uso de productos para controlar el PH de la piscina. Ayuda a evitar los típicos picores de ojos, la piel reseca o los bañadores “pasados” por el efecto de los químicos.
- MENOR MANTENIMIENTO. Al tener menor necesidad de otros productos, también la necesidad de mantenimiento se reduce. Igualmente, la necesidad de sal, puede llegar a ser de una sola vez cada temporada, con lo que tampoco debemos estar pendientes de echar más o menos sal cada cierto tiempo. De hecho, la mayoría de los cloradores salinos que actualmente se comercializan incluyen sistemas de aviso en relación a los niveles de sal del agua, informando cuando es necesario echar más sal a la piscina.
- MÁS ECOLÓGICO. Se trata de un sistema que lógicamente resulta más ecológico y saludable que otros sistemas que necesitan de grandes aportaciones de químicos.
- ECONÓMICO. El coste inicial del equipo resulta elevado, aunque cada temporada se vaya ajustando más. Pero una vez pasados los primeros años (su amortización suele ser rápida en muchos equipos), los costes de mantenimiento son muy bajos. Y los costes del recambio de la célula electrolíticacada vez son más reducidos.
- MENORES POSIBILIDADES DE GENERAR ALGAS O SUFRIR CONGELACIONES. Con la electrólisis salina resulta especialmente difícil la aparición de algas en la piscina. Además dada la pequeña concentración de sal que nos encontramos en el agua, se dificulta la posibilidad de que el agua de la piscina se congele a bajas temperaturas.
Con todo esto, no pretendemos dar a entender que otros sistemas no son igualmente recomendables, de hecho, muchos de ellos pueden serlo igual que la cloración salina, pero quizás, sobre todo para un uso privado, sea un sistema cómodo, que no conlleve por parte del propietario, muchos conocimientos o controlar perfectamente parámetros utilizados para otros sistemas como pueden ser los productos químicos, con los cuales suele ser habitual excederse en la cantidad de producto necesario, de cara a poder estar menos pendiente, pero,que al final puede resultar contraproducente.
De todos modos, y ya que ponemos de ejemplo el tratamiento mediante productos químicos, ante la competencia actual de otros sistemas, se afanan en tener productos cada vez más conseguidos, menos agresivos y más saludables.