Desde hace aproximadamente 25 años han ido apareciendo varios sistemas alternativos al cloro químico (ionizadores, bromo, oxígeno activo, etc…) que han tratado de ofrecer una opción diferente a éste buscando un perfil de cliente más exigente, que persigue, principalmente, un agua más sana. Durante algún tiempo los ionizadores de cobre/plata encontraron su hueco en el perfil de cliente que buscaba automatismo y simpleza en el sistema de mantenimiento de su piscina, y fue la principal razón de una época de éxito indiscutible. Pero todos estos sistemas, por entonces poco evolucionados, necesitaban igualmente de una pequeña aportación de cloro químico para realizar la oxidación de las bacterias eliminadas por el sistema.
Data de 1985 la aparición de los primeros sistemas de electrólisis en España sin auto limpieza en sus células y, en tan sólo 4 años, logran convertirse en un sistema en boca de todos. El secreto: la electrólisis reúne agua sana y ecológica y automatismo y sencillez. El gran boom de demanda se produce al iniciarse la década de los 90 cuando incrementa el número de usuarios en un 20% año, hasta el día de hoy en el que los niveles de crecimiento anual se encuentran en un 30-35%.
Los motivos de este relanzamiento de la electrólisis son:
El medio ambiente
La electrólisis ofrece la posibilidad de utilizar de forma razonable dos elementos medioambientales (agua y sal) realizando el reciclaje de ambos para volver a utilizarlos de nuevo. En el agua, y a través de la descomposición de la misma a través de la electrólisis para la desinfección del agua en el vaso de la piscina, los átomos de ésta (hidrógeno, oxígeno, yodo, sodio, hipoclorito y ozono) vuelven a recombinarse reconvirtiéndose nuevamente en sal y así sucesivamente.
Principio de la electrólisis
Como hemos comentado con anterioridad, la electrolisis salina utiliza la sal (3g/litro) disuelta en el agua de la piscina. Desde estas líneas recomendamos la sal Vacumm o Regenia que suele ser la misma que se utiliza para descalcificadores, ya que el objetivo es que esta sal posea el mínimo posible de magnesio y de residuos minerales no útiles para la desinfección.
Se hace pasar este agua ligeramente salada por una placa de titanio que, previamente, hemos intercalado en las tuberías de retorno del sistema de depuración de la piscina. Estas placas de titanio poseen aleaciones de platino, plata, iridio y otros metales que ofrecen una mejor conductividad. A través de ellas enviamos una energía limpia y económica (electricidad) en forma de voltios para provocar la desintegración de la sal en todos sus átomos que, posteriormente, utilizamos para la desinfección del agua de la piscina, como elementos naturales y en estado puro. Una vez desempeñada la acción de desinfección, y de forma natural, estos elementos de la sal vuelven a reunirse en el vaso de la piscina para convertirse nuevamente en sal e inicial nuevamente el proceso como un circuito cerrado, siendo la pérdida de sal totalmente insignificante.
Comodidad y simpleza
Realmente el motivo más demandado por el usuario es el automatismo del sistema, ya que instalado en paralelo con la bomba del sistema de depuración, el equipo de electrólisis comenzará a actuar en el mismo momento en el que comienza la filtración a través del reloj del cuadro eléctrico y se apagará exactamente a la vez que el sistema de depuración, cuando el reloj cubre las horas de depuración elegidas en cada caso. Por ello, generar una filtración con una depuración y con una desinfección del agua de la piscina a la vez, de forma automática y ajustada para cada caso y cada piscina, y sin la necesidad de intervenciones humanas por parte del usuario, ha convertido al sistema de electrólisis en una de las opciones más demandadas.
A su vez estas direcciones cuentan con tres razones generales que le dan valor y autenticidad y que están convirtiendo en Europa el sistema en una opción con mucho futuro para el tratamiento del agua en las piscinas. De hecho resumen la filosofía del sistema:
- Automatismo total (sencillo y simple).
- Medio ambiente (sano y ecológico).
- Saludable (propiedades terapéuticas y naturales).