Crece la demanda de equipos de electrólisis salina

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Qué la cloración o electrólisis salina se está convirtiendo en uno de los sistemas de tratamiento de agua de piscinas más solicitado, queda patente en la creciente demanda de cloradores salinos.
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Tal y como quedaba claro en un último estudio realizado sobre las pautas de comportamiento del usuario, en el mundo de la piscina, los cloradores salinos son uno de los segmentos de producto sobre los que se demanda más información, y uno de los productos más vendidos.

Como ya hemos comentado en múltiples entradas de nuestro portal, la cloración salina destaca por ser capaz de conseguir agua de calidad con un menor mantenimiento y reduciendo drásticamente la necesidad de aportes de productos químicos a la piscina.
Estos puntos, ya de por sí, muy importantes para que el interés del usuario en este tipo de equipos no deje de crecer, viene también ayudado por la lógica mejora de los equipos que nos encontramos en el mercado, año tras año.

Así nos encontramos con cloradores salinos que cada vez necesitan una menor concentración de sal en el agua para trabajar en óptimas condiciones, y también equipos adaptados a los tamaños de piscina más habituales (Durante mucho tiempo se ha dado la circunstancia de que muchas piscinas tenían instalados equipos ideados para piscinas con un mayor volumen de agua, por lo que se producía un sobrecoste en relación a lo que la piscina realmente podría necesitar).
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Actualmente, ya es normal, por ejemplo, encontrarse con cloradores salinos con una producción de 10 gramos/hora, más que suficiente para muchas piscinas de tamaño reducido, que por cierto, cada vez son más habituales. Hace unos años, en estas mismas piscinas probablemente se habrían instalado equipos con producciones de 18, 20 ó 22 gramos/hora, por ejemplo.
Un aspecto interesante en este crecimiento de la demanda de cloradores salinos es el hecho de que aunque su venta destaca sobre todo en piscinas de nueva construcción, en las que el propietario decide de inicio su instalación, cada vez son más los propietarios de piscinas ya existentes, en las que generalmente se han estado utilizado productos químicos; cloro en pastillas, líquido, etc…, los que se deciden a cambiar su sistema de tratamiento de agua en la piscina, a clorción salina.
Además, como la gran mayoría de las piscinas admiten su montaje sin demasiadas complicaciones, esto ayuda a tomar la decisión de instalarlo en nuestra piscina.
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En cualquier caso, aunque las ventajas de estos equipos de cloración salina resultan evidentes, no debemos pensar que al tener uno en nuestra piscina ya podemos olvidarnos totalmente de su mantenimiento. Cierto es que se reduce muchísimo, pero no totalmente. De hecho, son muchos los fabricantes que ya suelen recomendar la instalación de reguladores automáticos de ph y/o redox, de cara a minimizar aún más dicho mantenimiento.
No debemos olvidar tampoco que dado su uso y dependiendo de la intensidad del mismo, tarde o temprano nos veremos obligados a cambiar la célula electrolítica del clorador, por desgaste, lo que lógicamente conllevará un nuevo desembolso, pero ni mucho menos como si de comprar otro clorador salino se tratara.
La tendencia es clara y el crecimiento de la venta de cloradores salinos parece imparable, el tiempo dirá si llega a desbancar a sistemas más tradicionales.
Aquí puedes encontrar algunos de los principales fabricantes y/o distribuidores de este tipo de equipos.

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