Un ya de por si completo sistema de desinfección para el tratamiento de agua de piscinas como es la cloración salina, puede verse complementado por otros sistemas que le ayuden a ser aún más efectivo si cabe.
Como bien sabemos, la cloración salina o también llamada electrólisis salina, es un sistema de desinfección, año tras año, más utilizado en las piscinas, cuyo principio fundamental de funcionamiento es la de una simple reacción de electrólisis, a través de la cual, gracias a una pequeña aportación de sal (habitualmente entre 2 y 6 gramos de sal por litro) se consigue generar Hipoclorito y oxígeno, que ayudan a desinfectar el agua de la piscina. Posteriormente, se produce una reacción en la que se neutraliza dicho ácido clorhídrico con sosa (generada previamente a través de la diferencia de potencial de los electrodos), de modo que no se produce la perdida de ningún producto, manteniendo la concentración de sal de la piscina.
NOTA: Recordemos que habitualmente, solo es necesario realizar una carga de sal cuando se ha producido una perdida de agua, ya sea por evaporación o los simples lavados, etc, del sistema de filtración, y por los cuales resulta necesario llenar con más agua la piscina. es en estos casos, cuando lógicamente es necesaria la aportación de sal para mantener su concentración en el volumen total de agua de la piscina.
Aunque la cloración salina es un sistema muy completo, existen sistemas complementarios que pueden ayudar para que el clorador salino resulte aún más eficaz. Las combinaciones de sistemas más habituales con cloración salina son los siguientes:
- Cloración salina + Ionización: Gracias a la combinación de iones de Cobre (Cu2+) y Plata (Ag+), la ionización ayuda a nueutralizar aún más, la aparición de hongos, bacterias, virus y algas.
- Cloración salina + Ultravioleta: La radiación ultravioleta generada ayuda a la destrucción de elementos orgánicos en el agua de la piscina, a través de procesos de fotolisis y foto-oxidación, consiguiendo además la destrucción de las cloraminas sin alteras las características habituales del agua.
Además de estos sistemas de desinfección, no debemos olvidar la necesidad de controlar los distintos niveles de ph y cloro libre de nuestra piscina, por lo que resulta muy recomendable la inclusión de sistemas automáticos de control de estos parámetros, y los cuales en muchos casos, ya son ofrecidos en combinación con sistemas de cloración salina para ser instalados al mismo tiempo.
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